martes, 22 de mayo de 2012

Actividad BLOQUE 2 (arreglada)


ADAPTACIÓN DEL CUENTO POPULAR "TODA CLASE DE PIELES"

Para este bloque, Irune nos contó su propia adaptación de un cuento popular. Esta es mi adaptación.

Erase una vez un rey que tenía la esposa más guapa de la Tierra. Un día se puso enferma y, cuando se iba a morir, le dijo al rey que podría volver a casarse si encontraba una mujer igual o más hermosa que ella.

Se enviaron mensajeros para buscar una novia que pudiera igualar a la reina muerta. Pero ninguna fue igual y, aunque la hubieran encontrado, no había ninguna con sus mismos cabellos dorados.

El rey tenía una hija tan hermosa como su madre y tenía sus mismos cabellos de oro. Cuando se hizo mayor, el rey, vio que era el vivo retrato de su madre, y quiso casarla con el Príncipe Espantoso, que era el príncipe más horripilante de todo el reino..

La princesa se asustó, y para evitar su destino le dijo a su padre que antes  quería tres trajes muy especiales: uno tan dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y el tercero tan brillante como las estrellas y aparte, un abrigo con toda clase de pieles de todos los animales del reino.
Las doncellas tejieron los tres vestidos y  sus cazadores apresaron a todos los animales del reino y con ellos se hizo un abrigo de toda clase de pieles.

Cuando la princesa vio que su padre no cambiaría de opinión, tomó la decisión de huir en la noche, mientras todos dormían. Se levantó y cogió tres de sus tesoros: un anillo de oro, un patito de goma y un caramelo de fresa; metió los tres vestidos en una cajita de cerillas, se puso el abrigo de toda clase de pieles y se manchó la cara y las manos. Luego se fue andando toda la noche hasta que llegó a un gran bosque. Como estaba muy cansada, se sentó en un árbol y se durmió.
Se hizo de día y aún continuaba durmiendo. Entonces el rey al que pertenecía el bosque fue a cazar allí. Encontró a la princesa y, pensando que era un animal extraño la mandó capturar.
Al apresar los cazadores a la joven, ella se despertó sobresaltada y les pidió ayuda:
«Toda-clase-de-pieles», tú sirves para estar en la cocina.

Así pues, la llevaron hasta el palacio real, le dieron una pequeña habitación bajo la escalera, y le dijeron que ahí podía vivir y dormir.
Ella trabajaba en la cocina: traía el agua, la leña, atizaba el fuego, desplumaba las aves, limpiaba las verduras, barría la ceniza
Así vivió durante mucho tiempo.

Pero un día se celebró una fiesta en el palacio, y ella le pidió al cocinero poder asistir un rato a la fiesta sin que nadie la viera.
El cocinero aceptó pero ella debería volver en media hora para continuar sus labores.
Fue a su habitación, se quitó la piel y se lavó la cara y las manos, de manera que su belleza volvió a salir. Luego abrió la caja de cerillas y sacó el vestido que brillaba como el sol. Subió a la fiesta y todos pensaban que era una princesa. El rey le dio la mano y bailó con ella pensando que nunca había visto una mujer tan hermosa.
Terminó el baile, y la princesa salió corriendo a su habitación para convertirse de nuevo en Toda clase de pieles y seguir con sus labores. Cuando llegó a la cocina dijo el cocinero:
Hazme la sopa para el rey.
La muchacha le hizo una sopa de pan todo lo mejor que supo y, cuando estuvo terminada, cogió su anillo dorado y lo puso en la fuente donde estaba preparada la sopa. El rey pidió la sopa, la comió, y le gustó tanto que pensó que nunca había comido otra igual. Al ver el anillo de oro no podía comprender cómo había llegado hasta allí. Entonces ordenó al cocinero que se presentara ante él.
Cuando llegó ante el rey, éste le preguntó quién había preparado la sopa.
Pero el rey dijo:
No es verdad; estaba hecha de otra manera y mejor que otras veces.
El cocinero confesó que la había hecho Toda clase de pieles.
Cuando «Toda-clase-de-pieles» llegó, le preguntó el rey que de dónde había sacado el anillo que estaba en la sopa
Y ella dijo que no sabía nada de ese anillo.
Así que el rey no pudo aclarar nada y le dijo que se fuera.

Pasado algún tiempo, se celebró de nuevo una fiesta, y «Toda-clase-de-pieles» le volvió a pedir mirar como la última vez.
Ella se dirigió entonces a su habitación, se lavó, sacó el traje tan plateado como la luna, y se lo puso. Subió y parecía una princesa. El rey salió a su encuentro y bailaron juntos. Pero cuando terminó el baile, desapareció.
Ella corrió a su habitación y se convirtió de nuevo en Toda clase de patito de goma y lo metió en la fuente. Luego se la llevaron al rey y le supo tan rica como la vez pasada; el cocinero tuvo que confesar de nuevo que «Toda-clase-de-pieles» había preparado la sopa. «Toda-clase-de-pieles» se presentó de nuevo ante el rey, pero ella contestó que no sabía nada del patito de goma.

El rey organizó una fiesta por tercera vez, y pasó lo mismo que las veces anteriores.
Se puso el traje que brillaba como las estrellas y entró con él en la sala. El rey bailó nuevamente con la hermosa doncella y pensaba que nunca había estado tan hermosa. Mientras bailaban, sin que se diera cuenta, le puso en el dedo un anillo de oro. Había ordenado que el baile durara mucho tiempo y cuando éste se acabó, quiso retenerla pero ella se soltó y desapareció. Corrió todo lo que pudo no pero pudo quitarse el hermoso traje, así que se echó el abrigo de pieles sobre él, y con la prisa no se manchó del todo, por lo que un dedo se le quedó blanco. «Toda-clase-de-pieles» fue a la cocina, hizo la sopa y puso dentro el caramelo de fresa.
Cuando el rey encontró el caramelo en el fondo, llamó a «Toda-clase-de-pieles»; entonces vio su blanco dedo y el anillo que le había puesto en el baile. La cogió por la mano y la sujetó, tiró del abrigo y, descubriendo los cabellos de oro de la princesa, el rey dijo:
Eres mi querida prometida estaremos siempre juntos.

El rey y la princesa se casaron, un helado se tomaron y este cuento terminaron.



BLOQUE.2

BLOQUE 2. Textos folclóricos. Selección y adaptación.
Durante el segundo bloque, hemos estado hablando en clase de las tradiciones populares: textos folclóricos, juegos, historia del folclore, sus clasificaciones según algunos autores...

El folclore, folclor, folklore o folklor (del inglés folk, «pueblo» y lore, «acervo», «saber» o «conocimiento») es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historia oral, leyendas, música, proverbios, supersticiones y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social, además se suele llamar de la misma manera al estudio de estas materias. Sin embargo hubo muchos desacuerdos referentes a qué contenía exactamente el folclore: algunos hablaban solo de cuentos y creencias y otros incluían también festividades y vida común.
El término inglés «folklore» fue acuñado el 22 de agosto de 1846 por el arqueólogo británico William John Thoms, quien deseaba crear una palabra para denominar lo que entonces se llamaba «antigüedades populares». La definición más ampliamente aceptada por los investigadores actuales de la especialidad es «la comunicación artística en grupos pequeños», propuesta por el investigador de la Universidad de Pensilvania Dan Ben-Amos.
El hecho folclórico
Según algunos autores, para que una manifestación cultural se considere un hecho folclórico, debe cumplir con estas características:
·       Debe transmitirse por vía oral.
·       Debe ser de autoría anónima.
·       Debe ser patrimonio colectivo de la comunidad representante del lugar en donde se manifiesta este fenómeno.
·       Debe ser funcional, es decir, tener alguna utilidad pragmática o cumplir con fines rituales.
·       Debe ser duradero y perdurable por un tiempo considerablemente largo, como oposición a una moda efímera.
·       Debe tener variantes múltiples, es decir que no exista una versión oficial del fenómeno sino que se formule o reformule cada vez que emerja.
·       Existen versiones tanto urbanas como rurales, sin ser necesariamente una superior a la otra.
·       Debe ser aglutinante, es decir pertenecer o fundar una categoría, corriente, estilo, género o tipo.
Géneros  de la literatura folclórica
Dentro de la literatura folclórica se encuentran también los tres géneros literarios, como en los textos de autor.
TEATRO
Por un lado el texto dramático del cual no existen escritos ya que van pasando de boca en boca, son exclusivamente orales, ya que ésta es la finalidad de los textos folclóricos. La forma de transmitirlo es con la historia y los personajes la representan a su manera. Y por otro lado la representación.
En España, el teatro folclórico está muy ligado a la religión, incluso aún en muchos pueblos se representa la pasión de Cristo, teniendo un fuerte contenido cultural. Podemos encontrar también otra manera de teatro que es el protagonizado por los cómicos de la lengua, que consistía en que la gente iba por los pueblos haciendo representaciones teatrales con pequeños argumentos o cantando canciones
También se hacían representaciones para los niños: un pequeño repertorio con unas obras muy cortas que se llamaban Títeres de cachiporra. Se representaban con marionetas de mano y siempre podía verse el mismo argumento aunque los personajes fueran diferentes (siempre hay un personaje que quiere mucho a otro y viene un personaje malo y se lo lleva, los personajes malos siempre suelen ser un ogro, una bruja, un demonio y posteriormente se les pregunta a los niños dónde se han llevado al personaje bueno, interactuando así con los niños también durante la representación). Sólo podemos encontrar esta representación dentro del teatro folclórico infantil y la verdad es que es una pena
POESÍA
Antiguamente, el pueblo no recitaba poesía, como mucho lo hacían los nobles.
La poesía folclórica esta siempre unida a la música y al juego.
A la música con unidad amorosa (el primer cancionero fue las cantigas gallego portuguesas), canciones para sembrar, canciones de los quintos. El tema podía ser amoroso, festivo, temas del trabajo
Habían muchas que tenían que ver con el juego (lúdico): los típicos piques entre chicos y chicas, canciones para jugar...
También había manifestaciones religiosas en poesía. Podían ser cantadas o en este caso recitadas. Hay muchas oraciones que no pertenecen al rito de la misa que han creado la gente del pueblo.
También existen oraciones para niños: Jesusito de mi vida
No todas las nanas son de origen religioso cristiano; generalmente suelen ser de origen pagano; se les cantaban para protegerles de la muerte súbita o robo. Lo acabó adoptando la iglesia pero su origen principal es pagano.
Muchas veces equivocamos la poesía tradicional folclórica con la poesía popular.
La poesía popular es tan famosa que muchas veces la confundimos con la folclórica. No sabemos de quién es a pesar de haberlas oído toda la vida, pero sí que tienen autor.
Pedro Cerrillo es un profesor que está enamorado de este tema y está empeñado en que todas estas canciones no se pierdan. Cree que los profesores deben convertirse en guardianes de estas manifestaciones. Pedro Cerrillo hace una clasificación temática:
·       Rimas de ingenio: son las que no tienen música, como mucho son retahílas (melodía compuesta por dos, tres o cuatro notas que se repiten continuamente) y se recitan.
·       Además hay sorteos (pito, pito gorgorito), disparates, prendas (Antón, Antón, Antón piruleropagara una prenda), burlas, adivinanzas, trabalenguas
·       Juegos y rimas de movimiento y acción: están acompañadas de movimientos: nanas, cosquillas, movilidad-inmovilidad, andar, saltar, lanzar objetos
·       Danzas de corro: palmas, pasillo, imitar, mimos e imitaciones.
PROSA
En cuanto a la prosa folclórica, lo más común son los cuentos, entendiendo esto no como texto infantil sino como relato breve, cuentos de hadas.
Un cuento de hadas es una historia ficticia que puede contener personajes folclóricos tales como hadas, duendes, elfos, brujas, sirenas, troles, gigantes, gnomos y animales parlantes. En el lenguaje contemporáneo, así como fuera del contexto literario, el término es utilizado para describir algo que está vinculado con princesas. Por ello, existen expresiones tales como «un final de cuento de hadas» un final felizo «un romance de cuento de hadas», aunque no todas las narraciones terminan con un final próspero. Por lo general, este tipo de relatos suele atraer a los niños pequeños, al compenetrar estos de forma rápida y sencilla con los personajes principales de cada historia.
Los cuentos de hadas se encuentran ya sea en forma oral o literaria. Es dificil saber con exactitud su desarrollo hitórico, puesto que sólo las formas escritas han sobrevivido con el paso del tiempo. Sin embargo, la evidencia escrita da una indicación de que los cuentos de hadas han existido durante miles de años.
El término «cuento de hadas» se aplicó a partir de la obra de Madame d'Aulnoy, quien propuso la denominación francófona «Contes des Fées». Muchos de estos relatos en la forma en que se conocen hoy en día han evolucionado a partir de historias con cientos de años de antigüedad, las cuales han aparecido con múltiples variantes, que los folcloristas han recogido. Incluso, se siguen redactando cuentos de hadas y obras derivadas del mismo género. Los folcloristas han clasificado los cuentos de hadas de diversas formas; entre las más notables agrupaciones están el sistema de Aarne-Thompson y el análisis morfológico de Vladímir Propp.
Aun cuando los primeros cuentos de hadas estaban destinados principalmente a las audiencias adultas, y en menor grado a los niños, éstos comenzaron a asociarse con los infantes desde que los hermanos Grimm titularan a su colección como Children's and Household Tales (trad. literal: «Cuentos de los niños y el hogar»); por lo que, el vínculo con los niños ha ido fortaleciéndose con el paso de los años.
El cuento de hadas, en su expresión oral, es una de las manifestaciones del cuento folklórico. De hecho el cuento de hadas convive oralmente con otros tipos de narraciones como la epopeya, leyenda o mito y en tal forma no tiene autor; se trata de relatos que no estaban dirigidos en sus inicios a los niños ya que tenían más bien un carácter anecdótico (contaban cosas que pasaban en aldeas o bosques así como los sueños y ambiciones de las clases bajas) que posiblemente se deformaron por la transmisión oral agregándosele lo fantástico. Varios escritores han redactado igualmente relatos pertenecientes al género, a los cuales se les denomina con la palabra alemana Kunstmärchen («cuentos de hadas literarios»).
Los hermanos Grimm estuvieron entre los primeros que intentaron preservar las características de los registros orales. Inclusive, las historias impresas bajo su autoría han sido editadas en más de una ocasión para adaptarlas a la forma escrita.
Ambos tipos de cuentos de hadas, en su forma escrita y oral, intercambiaron libremente tramas, motivos y elementos entre sí, así como con otros cuentos extranjeros. Varios folcloristas del siglo XVIII intentaron recuperar el folclore «puro» que aún no se había visto afectado por las versiones escritas A pesar de que la evidencia señala la existencia de cuentos orales miles de años antes que las formas escritas, no se tiene conocimiento de cuentos que guarden reminiscencia del «folclore puro».
Los niños y el folclore
Al principio, la principal audiencia de los cuentos de hadas era la población adulta; inclusive, las versiones escritas del género aparecieron originalmente en obras para adultos, aunque en los siglos XIX y XX el cuento de hadas empezó a ser asociado con la literatura infantil.
Los preciosistas, entre ellos Madame d'Aulnoy, destinaron sus trabajos a los adultos, pero consideraron que estos podían haber sido relatados a los hijos de sirvientas y mujeres de clase baja por sus madres. En efecto, en una novela de esa época, donde se describe el ofrecimiento del pretendiente de una condesa para contar un cuento, la condesa exclama que adora los cuentos de hadas tanto como una pequeña infante. Jeanne-Marie Leprince de Beaumont, una de las últimas preciosistas, redactó una versión infantil de La Bella y la Bestia, la cual permanece aún como la versión más conocida del cuento original. A su vez, los hermanos Grimm denominaron a su colección Children's and Household Tales pero fueron obligados a reescribir sus cuentos debido a varias quejas de que sus relatos no eran aptos para las audiencias infantiles.
En la Edad Contemporánea, los cuentos de hadas han sido alterados de tal forma que puedan ser leídos a los niños. Los hermanos Grimm se concentraron mayormente en erradicar las referencias sexuales; en la primera edición de Rapunzel se revelan las visitas del príncipe cuando se menciona que las ropas de la muchacha se han encogido, lo que le permite a la bruja deducir que ha quedado embarazada; en subsecuentes ediciones esto se alteró. Si bien la violencia con la que se castigaba a los villanos se incrementó más, en posteriores ediciones este aspecto fue minimizándose; J. R. R. Tolkien percibió que la versión infantil de The Juniper Tree excluía frecuentemente su tono caníbal. 

La tendencia moralista de la época victoriana alteró los cuentos clásicos convirtiéndolos en literatura pedagógica, como por ejemplo cuando George Cruikshank reescribió La Cenicienta en 1854 para incorporar temas de abstinencia de alcohol; Charles Dickens protestó al respecto: «En una época utilitaria, de entre todas, es sumamente importante que los cuentos de hadas sean respetados». Bettelheim consideró al respecto: «Puede aprenderse mucho de los cuentos de hadas sobre los problemas de los seres humanos, y de las soluciones correctas a sus predicamentos en cualquier sociedad, más allá que cualquier otro tipo de relato que sea comprensible para un niño». En su análisis, el psicólogo detalla que frecuentemente los cuentos de hadas sirven a manera de espacio de expresión de las preocupaciones y el terror que sufren los menores de edad, aspectos que los adultos no comprenden en su totalidad. Esto les ayuda a crecer y desenvolverse mejor en una vida futura. 

Los cuentos originalmente surgieron con finales donde el protagonista muere de manera súbita ante sus preocupaciones y temores, algo que no puede contemplarse en la pedagogía infantil.
En las dependencias escolares de Waldorf, los cuentos de hadas son usados en primer grado como una parte central del currículo. El trabajo de Rudolf Steiner en el desarrollo humano muestra que entre las edades de seis y siete años, la mente de un niño aprende mejor a través de la narración de cuentos, ya que los arquetipos y la naturaleza mágica de los cuentos de hadas atraen a los niños de esas edades. La naturaleza de los cuentos de hadas, en la tradición oral, mejora además la habilidad de un infante para visualizar una narrativa hablada, así como para recordar la historia conforme la ha escuchado.
Diferentes clasificaciones de lo folclórico
El primero  fue Vladimir Propp e hizo su tesis doctoral sobre las estructuras, macroestructuras y subestructuras que sustentan los cuentos folclóricos rusos.
Lo primero que hizo fue recoger cuentos para investigar lo que le contaba la gente del pueblo pero consiguió tantos que se vio imposibilitado para usarlos todos. Para que el trabajo fuera funcional dividió los cuentos en cuatro tipos: mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o maravillosos. Esta es la primera clasificación que se hizo de los cuentos folclóricos en la historia. Fruto de su tesis doctoral publicó un libro llamado morfología de los cuentos de hadas ya que acabó quedándose sólo con el último grupo, cuentos de hadas o maravillosos.
-         Mitos: son historias de origen religioso cuyas religiones ya han desaparecido, como por ejemplo la mitología. Se dan para explicar a la gente del pueblo los fenómenos naturales, sociales o psicológicos utilizando dioses y héroes como personajes.
Cuando tenían origen religioso no podían ser cuentos, pero ahora que no están esas religiones ya no tienen carácter religioso, con lo cual ahora sí pueden ser cuentos. Aunque hay algunas excepciones que hacen referencia a las religiones que todavía están vigentes, como por ejemplo el Génesis (Adán y Eva), no se le puede decir a un cristiano que esto es mitología.
-          Cuentos de animales: para que un cuento pueda entrar dentro de esta categoría todos los personajes tienen que ser animales, como por ejemplo el cuento de los siete cabritillos, ejemplo de los que no podrían ser son: Caperucita Roja o El gato con botas. Dentro de esta categoría podemos encontrar dos subtipos, aunque no lo hizo Vladimir Propp:
a.    Cuentos de animales propiamente dichos: todos los personajes son animales y éstos representa a personas, es decir, son cuentos animistas, como por ejemplo el cuento de los siete cabritillos que representa a una madre con sus siete hijos y un peligro. Estos cuentos no tienen moraleja, para decir que la tiene ha de pertenecer al cuento, aparecer en la historia. Lo que sí tienen son enseñanzas, a veces una y otras veces más. Siguiendo con el cuento de los siete cabritillos las enseñanzas serían: no abrir a los extraños, que la madre siempre te va a proteger.

b.     Fábulas: en este caso los animales representan vicios y virtudes de los humanos, arquetipos de los humanos, son historias didácticas. Un ejemplo de ello es la cigarra y la hormiga en la que una es una viva la vida y la otra una trabajadora. Las fábulas sí que siempre tienen moraleja porque son historias morales. Es moralizante para que la gente vea lo malo que son los vicios y lo bueno que son las virtudes. El primer fabulista es Esopo, pero las fábulas las ha escuchado, no las ha hecho él, por lo tanto no es autor, las recopila. Podemos decir que también hay algunas que no tienen personajes animales, pero éstas se llaman apólogos.
-         Cuentos de fórmula: son aquellos que o bien todo el cuento o parte de él hay que aprendérselo de memoria, porque si no te lo aprendes no es lo mismo, a esto es a lo que llamamos fórmula. Un ejemplo de que sólo tenga parte del cuento que es una fórmula es la ratita presumida (ratita, ratita linda, ¿te quieres casar conmigo? Y la ratita dice, ¿y por la noche qué harás? Y el animal hace su ruido y la ratita dice: ¡uy no! Que me asustarás. Hasta que llega el gato y dice dormir y callar, dormir y callar y la ratita dice, ¡pues contigo me he de casar!). Estos son los cuentos de fórmula.
-          Cuentos de hadas o maravillosos: viendo el nombre parece sólo que se incluyen los cuentos en los que aparecen hadas, pero no es así, son parte de esta categoría los cuentos que tengan cualquier personaje que sea del mundo mágico (duende, ogro, lobo que habla). Aquellos en los que en un mundo de animales los humanos hablen y en un mundo de humanos los animales hablen como por ejemplo: el gato con botas.
Todo lo que hay es simbólico.
Esta clasificación de Vladimir Propp nos sirve para entender los distintos tipos de textos folclóricos. Todos los cuentos siguen la estructura de Propp en la morfología del cuento.

Hay una segunda clasificación que es la de Gianni Rodari que pretendía separar los cuentos en temas, en diferentes tipos para trabajar con los niños distintos objetivos. Hay tres grandes bloques.
-          Cuentos de animales: estarían los que explicamos con Propp, pero lo divide aún más:
a.    Animales salvajes.
b.     Animales domésticos.
c.     Relaciones entre hombre y animal.
d.    Relaciones entre animales salvajes y domésticos.
-         Cuentos mágicos: este bloque equivale a los cuentos de hadas o maravillosos de Vladimir Propp pero en este se añade la mitología, no lo separa como Propp.
a.    Historias de adversarios sobre naturales.
b.     Historias de parientes sobrenaturales o embrujados.
c.     Empresas sobrehumanas.
d.    Auxiliares sobrenaturales.
e.     Objetos mágicos.
f.      Historias de carácter religioso.
g.     Cuentos de bodas.
-         Cuentos de bromas y anécdotas: son chistes alargados, esto del cachondeo es muy mediterráneo. Aquí se incluirían los cuentos de fórmula y los cuentos mínimos que expliqué en la anterior entrada. Son cuentos para juguetear y hacer reír al niño.
a.    Cuentos del tonto.
b.     Cuentos del listo.
c.     Cuentos con fórmula o estribillo.
Podemos encontrar una tercera clasificación que es de Sara C. Bryant, que a su vez es la primera cuentacuentos que se define como tal, e incluso dedicó su vida a contar cuentos, los contaba en distinto sitios. También es la autora del primer libro cómo contar cuentos. Su clasificación la hizo por edades:
-          Cuentos de 3 a 5 años:
a.    Historias rimadas.
b.     Historias con fragmentos versificados.
c.     Historias de animales personificados.
d.    Cuentos burlescos.
e.     Cuentos de hadas.
-          Cuentos de 5 a 7 años:
a.    Folclore (leyendas locales)
b.     Cuentos de hadas y cuentos burlescos.
c.     Fábulas.
d.    Leyendas.
e.     Narraciones de historia natural.
-          Cuentos para mayores:
a.    Folclore.
b.     Fábulas.
c.     Mitos y alegorías.
d.    Parábolas de la naturaleza.
e.     Narraciones históricas.
f.      Historias reales.
g.     Narraciones humorísticas.
Esta clasificación está bien como punto de partida, pero hay muchas más que nos pueden ayudar a clasificar de otra manera los cuentos. Sobre todo es una clasificación orientativa por tanto habría que conocer a los niños para saber si son indicados para su edad o no.

lunes, 21 de mayo de 2012

Actividad BLOQUE1


Análisis del libro infantil

Durante varias clases nos dedicamos aprender cómo se hace un análisis de cualquier libro infantil. Es muy importante como futuros maestros/as que vamos a ser, seleccionar correctamente los libros que ofreceremos a nuestros alumnos y de los que dispondrán en cualquier momento en la pequeña biblioteca de nuestra aula. Y a continuación explicaré las características en las que nos deberíamos de fijar en todo momento:


    Receptor: Lo primero y fundamental que tendríamos que hacer es leerlo y decidir para que edad estaría indicado. Como norma general en los álbumes de imágenes no ponen la edad a la que va dirigido, sin embargo en otros libros sí que lo ponen, pero son criterios editoriales que se difuminan cuando conocemos a nuestros niños. Los datos no son importantes, depende de tus alumnos, así que lo más preferible es que decidamos nosotros la edad para la que va a ir destinado ese libro.
   Emisor: Es el personaje que aparece en el libro y que le transmite la información al niño y suele ser el personaje con el que se puede identificar, en el caso de que no haya, sería el que lo narra en el libro. Por ejemplo en el libro infantil: Orejas de mariposa Luisa Aguilar & André Neves, el emisor sería Mara porque los niños se pueden identificar perfectamente con ella, les transmite cosas, ya que Mara va al colegio como los niños. Encontramos el denominado emisor neutro, que no se presenta en el libro, donde un claro ejemplo de este tipo de emisor sería el de Un bicho extraño  Mon Daporta y Óscar Millán, donde el emisor sería el que cuenta la historia del ratón, es decir, el narrador. El emisor en cualquier libro infantil puede ser un niño, un objeto personalizado, sencillo y cercano que permita al niño identificarse con él.


    Tema: Debe poder entenderlo el niño, que parte de los intereses de un niño como por ejemplo querer un perro. Tener un animal de compañía, es un interés que le surge a los niños.
    Estructura: Podemos encontrar 2 tipos diferentes de estructuras en un libro infantil que se pueden combinar y sería la forma más sencilla y la mejor:
    La estructura básica de la narración es el planteamiento, nudo y desenlace.
Estructura acumulativa: Hay una sola acción, pero se acumulan personajes al realizar esa acción o sus variantes. Ejemplo: A que sabe la Luna ó El gallo quirico.


   Espacio y tiempo: Deben ser neutros (Érase una vez en unas lejanas montañas no nos determina nada) o espacios concretos conocidos por el niño.

      Ilustraciones: No deben ser estereotipadas para que los niños desarrollen su creatividad. Para que vean la realidad con otros ojos y potencien la imaginación. Las ilustraciones deben secuenciar la historia y una vez contado el cuento debe poder seguir el niño sólo la historia (secuenciación de imágenes).
    Lenguaje: Los niños protagonistas tienen que hablar como los niños, con la lógica de un niño, por ejemplo en el libro Amelia quiere un perro, Amelia siempre le contesta a su padre cosas como: porque no una ballena para que pueda subir en su chorro de agua. Ajustarse a como hablan los niños de esa edad mediante frases cortas, con pocas subordinadas y algunas coordinadas. Un vocabulario acorde a la edad del niño. No es malo que el niño no conozca alguna palabra ya que de esta manera se facilita el aprendizaje de nuevo vocabulario.
     Valores y contravalores (aspectos positivos y negativos que se manejan en la historia):


   Para que sea un buen libro infantil debe acabar siempre en positivo,  aunque empiece por negativo el final debe ser siempre positivo.

Amelia quiere un perro

Texto: Tim Bowley (Londres, 1945)
Cuentacuentos y especialista en historias de tradición popular de todo el mundo. Ha actuado en numerosos países durante los últimos 20 años. Colaboró en una antología de narrativa editada en Reino Unido en 1990. Actuó  en el Foro de las Culturas de Barcelona con el espectáculo Hilando cuentos, con la contadora Casilda Regueiro y  el camerunés Boniface Ofogo.  En 2001 editó su propia colección de cuentos tradicionales, Semillas al viento: Cuentos del mundo (Editorial Raíces), un libro inglés-español traducido por Casilda  Regueiro, con la  que formó tándem artístico durante  siete años.

Iustraciones: André Neves (Recife, Brasil, 1973)
Se graduó  en Comunicación Social y Relaciones Públicas en la Universidad de Pernambuco. En 1995 comenzó  sus estudios de Arte, a partir de los cuales participó en  varias exposiciones de dibujo y pintura.
Se formó en la escuela de verano de Sarmede (Italia). Premiado por la Fundación Nacional de Libros Infantiles y Juveniles, y por la Asociación de Escritores Brasileños. En 2002 participó en la XX Muestra Internacional de Ilustración Infantil  Stepan Zavrel. Trabaja como escritor, ilustrador y diseñador gráfico en Porto  Alegre (Brasil).  Ha ilustrado para KALANDRAKA el álbum Orejas de mariposa.
Traducción: Isa Pita
Edad: 2-3 a 6-7
Formato: Asequible con tapas duras y colores llamativos.
Ilustraciones: Álbum de imágenes, colores llamativos e imágenes grandes y de aspecto actual.
Tamaño perfecto para pasar las páginas y ver el libro con facilidad.
El grosor de las páginas es adecuado
Tiene la letra grande con un formato fácil de entender.

CONTENIDOS
Trata el tema de las estrategias que emplean los niños con los adultos para conseguir lo que quieren (todo por medio del juego).
El tema es adecuado a la edad ya que es algo que los niños suelen hacer a menudo.
Los personajes son actuales por lo que facilita que se puedan identificar: niña/o (Amelia) y su padre.
En cuanto a la estructura, sigue un proceso lineal hasta el final de la historia con una estructura acumulativa ya que siempre sucede lo mismo (¿podemos tener un perro?,¿podríamos tener un águila?, ¿podríamos tener un caballo?”…)
La historia se sitúa en la casa de Amalia, en un ambiente familiar.
El tiempo es actual.
Utiliza un lenguaje sencillo, ajustado a la edad, reconocible con frases simples y párrafos cortos.
Se percibe una cierta agilidad en el texto debido a los diálogos.
Amelia tiene un buen valor, ya que es insistente y sabe lo que quiere, no se trata de una niña consentida sino que, por medio de la inteligencia con una estrategia (juego) lo que desea.

Reflexión personal: Amelia quiere un perro es un libro muy entretenido, fácil de leer y cuenta una historia que la mayoría de los niños viven alguna vez. El hecho de pedir a los padres insistentemente algo que quieren es muy común en ellos.
Este cuento es muy bueno para contarlo en el aula ya que los niños se sienten identificados con los personajes y la trama de la historia.

domingo, 20 de mayo de 2012

BLOQUE 1


BLOQUE I. LIBROS INFANTILES DE AUTOR

Durante las primeras semanas hemos estado haciendo una especie de recordatorio e introducción a lo que es la asignatura de literatura infantil. Para poder introducirnos en el mundo de la literatura infantil debemos saber antes de nada qué es la literatura.

La literatura es el arte que utiliza la palabra como principal medio de expresión. También se llama literatura al conjunto de obras literarias que se han producido en un país, en una lengua o en una época determinada.
La literatura es, ante todo, comunicación: constituye un proceso mediante el cual se transmite una información. Sin embargo es especial ya que el emisor o autor se comunica artísticamente.
Un buen ejemplo es el libro llamado A que sabe la lunaya que se emplea en él una serie de elementos que no solo buscan el entretenimiento del lector sino también transmitir la historia de manera artística.

Es importante diferenciar las obras de carácter literario de otros tipos de textos como son los textos paraliterarios y los subliterarios; que constantemente tienden a confundirse con partes de la literatura.
 Etimológicamente, paraliteratura significa al lado de la literatura. Se caracteriza por tener una función previa a la expresiva y poética, aunque no por ello no debe tener estas funciones.

En un comienzo, éstas forman parte del medio para conseguir su función primera. Además otra característica propia es la falta de ficción. Igual que en la literatura comentamos en la anterior entrada que era necesario la ficción (algún aspecto como diálogos, descripciones), en la paraliteratura no es necesaria.

La subliteratura, por otro lado, no involucra ningún listado de funciones, ni la existencia de la ficción o la intención de mostrar arte, sino que sus únicos intereses son meramente económicos. Es decir, sólo se basa en el intento de vender los máximos ejemplares posibles para una mayor ganancia y así, hacerse conocer para volver a vender más.

Para saber que es la literatura infantil es necesario saber que significa infantil.
Del latín infantilis es un adjetivo que se refiere a lo perteneciente o relativo a la infancia (el período de la vida humana que comienza con el nacimiento y finaliza hacia la pubertad). En algunos países, infante es incluso una denominación legal para los menores entre 1 y 5 años.
La noción de infantil suele utilizarse para nombrar al subgénero o categoría que está dirigido a los niños. Desde aquí ya nos adentramos en la definición y explicación de lo que significa la literatura infantil.

De esta manera puede hablarse de literatura infantil  como el conjunto de los textos literarios que se consideran apropiados para los más pequeños. En algunos casos, se trata de libros escritos especialmente para el público infantil, mientras que también existen obras pensadas para adultos que terminaron siendo consideradas como infantiles.

Textos literarios:
Los textos literarios se diferencian de otros, en primer lugar, por su intención comunicativa, predominantemente estética, es decir, artística: el autor expresa una visión personal por medio de recursos lingüísticos.
En ellos se crea un mundo de ficción mediante un proceso mimético (de imitación) de la realidad.

Independientemente de la mayor o menor aproximación a la realidad evocada, el mundo creado en el texto literario siempre es imaginario.
En su proceso de creación, los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan el género al que pertenecen, así, una obra literaria puede adscribirse al género lírico, al género narrativo o al género dramático.

Los textos literarios pueden adoptar la forma de prosa o la de verso. Estas modalidades textuales no son privativas de un género determinado; a lo largo de la historia literaria los tres grandes géneros han empleado ambos medios de expresión.
Sus principales características son:
a. Originalidad. El lenguaje literario es un acto de creación; el lenguaje literario debe ser inédito, extraño, siempre original.
b. Voluntad artística. Se usa el lenguaje con una voluntad artística, es decir, intentando crear una obra de arte. Existe una finalidad estética.
c. Especial intención comunicativa.
d. Lo connotativo. Es un lenguaje esencialmente connotativo. Se utiliza un lenguaje abierto a la evocación y a la sugerencia a través de los significados secundarios de las palabras: además es posible provocar nuevas connotaciones, propias de cada lector, de cada autor o de cada época en que se recree, al leerlo. En este sentido, hablamos de plurisignificación.
f. Mundo propio. El mensaje crea sus propios mundos de ficción cuyos referentes no han de corresponder necesariamente con la realidad exterior. El lector no conoce el contexto hasta que lo lee.
g. Importancia del significante .En un mensaje literario, el significante puede estar motivado: musicalidad, aliteraciones, simbolismos fónicos...
h. La función poética. El lenguaje desempeña una función estética o poética cuando llama la atención sobre sí mismo o sobre la manera de decir las cosas.

Textos literarios creados para niños:
Los textos literarios infantiles se pueden clasificar según las edades:
0-3
4-7
8-11
Los temas más comunes son:

Sinceridad: autor convencido de lo que dice
Veracidad: diferenciar los real de lo fantástico
Contenido ideológico amplio: defender valores humanos y sociales
Calidad: bellamente escrito y formalmente compuesto
Tono: ágil, natural y coloquial
Vocabulario: variado, adecuado, preciso, imaginativo
Reiteración: importante para captar la atención y dar fuerza al relato

Una de las formas más comunes es el cuento:
Se trata de un relato breve con hechos imaginarios, de carácter sencillo, cuya finalidad puede ser moral o recreativa y que estimula la imaginación y la curiosidad.

Es el principal motivador de una serie de aprendizajes como:
Convertir lo fantástico en real
Identificarse con los personajes
Dar rienda suelta a la fantasía, imaginación, creatividad
Suavizar tensiones y resolver estados conflictivos
Herramienta para conseguir objetivos:
Aumentar expresión oral con un vocabulario amplio, claro y conciso.
Fomentar creatividad
Crear hábitos de sensibilidad artística mediante imágenes atrayentes
Los niños pueden seguir perfectamente la secuencia de un cuento si: las motivaciones y metas de los personajes le son próximas
La secuencia causa - efecto es simple
El material está ordenado

Según SARA CONE BRANT, las cualidades más apreciadas por los niños en los cuentos son:

Rapidez de acción: les interesa tanto lo que piensan, sienten o dicen como lo que hacen
Identificación: motivaciones, acciones, metas, similares a las suyas
Sencillez teñida de misterio: aún cotidianas halo de misterio, ausencia de monotonía
Elemento reiterativo: repeticiones paralelas a la necesidad por conocer, asegurarse y conquistar la realidad

Lo que más les gusta es el cuento corto y de estructura circular o acumulativa.

Ventajas del cuento a nivel pedagógico:
Su estructura secuencial es lineal
Personajes fácilmente reconocibles
Formas lingüísticas que la memoria aprende sin demasiados obstáculos
Estructura abierta, flexible, que permite la memorización y la transmisión

Valor educativo del cuento:
Crea un clima que favorece el entretenimiento y la relajación
Desarrolla el lenguaje no sólo en su aspecto comunicativo, sino estético y creativo
Favorece el desarrollo afectivo, pues el niño/a, a través del cuento, podrá encontrar significado a los valores humanos y es un elemento catártico de sus angustias y temores
Favorece el desarrollo social en cuanto que le permite comprender roles y valores y es un medio de transmisión de creencias y valores
Es un vehículo de la creatividad. A través de él, el niño puede inventar nuevos cuentos o imaginar y crear personajes

La poesía de autor
A los niños les gusta la poesía, pues está asociada a sus primeras formas de acercarse al lenguaje, a su capacidad de jugar con la palabra, su rima y ritmo. Pero desafortunadamente, nuestra educación tradicional ha despojado a la poesía de su encanto y sus posibilidades pedagógicas más ricas y creativas.

CARACTERÍSTICAS DE LA POESÍA PARA NIÑOS
Estas son algunas de las características de la poesía para niños según Heriberto Tejo (Premio Honor al Mérito como Docente de Creatividad Literaria Infantil)
La auténtica poesía para niños no es una poesía fácil, ni tampoco está llena de cursilerías, es básicamente poesía.
El buen gusto de los niños hacia la poesía se forma paso a paso, si están continuamente en contacto con buena poesía. Esto presupone que somos los adultos quienes debemos conocer primero cuál es la buena poesía para los niños y, en consecuencia, distinguir las características que debe tener dicha poesía.

He aquí algunas de ellas:

1.     Musicalidad.
El ritmo y la melodía son fuentes primarias de satisfacción en el niño. Un buen poema infantil deberá contar por lo tanto con ritmo y rima fluida, es decir, con una armoniosa distribución de sonidos y acentos que se sucedan en un tiempo exacto, sonoridad cadenciada que esté cercana al canto. En los primeros contactos con la poesía se deben priorizar los poemas rimados a los de versos libres. El estribillo, palabras o frases que se repiten, así como la aliteración, juego sonoro de palabras, son también elementos fónicos de esta característica.

2.    Brevedad.
La brevedad en su desarrollo es otra característica de la poesía infantil. Paulatinamente se les irá presentando a los niños poemas que cuenten con un mayor número de versos. No obstante, es interesante señalar que aún cuando se trate de un poema relativamente largo, el niño lo disfruta con frecuencia siempre que el poema desarrolle una anécdota, es decir, que sea una suerte de cuento en verso.

3.    Sencillez.
Aunque la poesía tiende a suscitar una respuesta emocional, se crea entorno a ciertas ideas que el niño debe comprender. En este sentido, el contenido del poema debe ser sencillo, de ningún modo vulgar, que infunda en la experiencia cotidiana del niño un sentido nuevo, revelador, ya sea movilizando su imaginación, divirtiéndolo o asombrándolo. Debe haber alguna base común entre las vivencias del niño y las comprendidas en el poema.

4.    Estética literaria.
Los niños captan primero el matiz afectivo de las palabras y luego su significado. El valor de toda poesía radica en sugerir, en despertar, en provocar una respuesta emocional, no apelando únicamente al significado literal aunque éste también sea importante. Es por ello que las palabras de un buen poema infantil han de ser connotativas, sensorialmente ricas en imágenes, expresivas, precisas en su definición, vigorosas. Han de hablar a los sentidos y estimular la imaginación, ya sea para provocar la risa del niño, su sorpresa o su simpatía.
Un poema como éste de María Elena Walsh tal vez no contenga ninguna enseñanza, pero tiene belleza:
Con esta moneda
me voy a comprar
un ramo de cielo
y un metro de mar,
un piso de estrellas,
un sol de verdad,
un hilo de viento
y nada más.

En cambio, el siguiente texto tiene un claro valor instrumental:
Las manos bien limpias
y el rostro también
son señales dignas
de un niño de bien.

CLASES DE POESÍA INFANTIL
Los poemas para niños podemos agruparlos en distintas clases según respondan a ciertas características.
Según su estructura interna:

1.     POESÍA NARRATIVA
Es un relato rimado en el que se desarrolla una anécdota.
POR EL ALTO RÍO
Por el alto río,
por la bajamar,
Sapito y Sapón
se han ido a jugar.

En una barquita
de plata y cristal,
ayer por la tarde
los vieron pasar
con Pedro Gorgojo,
con Pancho Pulgar,
con Juan Ropavieja
y Aurora Boreal.

¡Qué suave era el viento,
qué azul era el mar,
qué blancas las nubes
en lento vagar,
qué alegres las islas
de rojo coral!

Por el río,
por la bajamar,
Sapito y Sapón
se han ido a jugar.  
Nicolás Guillén

2.    POESÍA DESCRIPTIVA
En ella se habla de cosas, animales, personas, paisajes, fenómenos de la naturaleza, etc., poniendo de manifiesto sus características esenciales. A través de imágenes sensoriales esta poesía logra producir en los niños la sensación de estar observando un dibujo.
UN VALLE
Un vallecito
verde, muy verde.

Cuatro vaquitas
pacen pacientes.

Tienen de todo:
aires, corrientes.

Cuatro laderas,
mucho celeste.

Las mariposas
las entretienen.

Y Dios las vela.
Que Dios las vele.
Baldomero Fernández M.

3.    POESÍA EXPRESIVA
Dicha poesía es expresión de lo eminentemente subjetivo e individual del poeta. No le es esencial la narración de determinado hecho, sino la exteriorización de la viva emoción que el mismo ha provocado en el autor, la comunicación de sus más íntimos sentimientos y emociones.
LA TARDE
La fuente y las cuatro
acacias en flor
de la plazoleta.
Ya no quema el sol.
¡Tardecita alegre!
Canta, ruiseñor.
Es la misma hora
de mi corazón.
Antonio Machado

4.    POESÍA LÚDICA
Es una poesía que consiste en un libre juego con las palabras donde el mensaje se reduce al mínimo o simplemente no existe.
En ella sobresale la sonoridad, el ritmo y la melodía verbal.
PALOMITA BLANCA
-Palomita blanca,
reblanca, reblanca,
¿dónde está tu nido,
renido, renido?

-En un árbol verde,
reverde, reverde,
todo florecido,
recido, recido.

RAPA TONPO CIPI TOPO
(Canción en jerigonza)

Sipi sepe duerme mepe
Gapa topo Lopo copo,
Rapa tonpo cipi topo
quepe sopo ropo epe.

Pepe ropo tanpa topo
quepe sopo ropo epe
quepe sepe duerpe mepe
Rapa tonpo cipi topo.

¡Opo japa lápa quepe
Gapa topo Lopo copo
duerpe mapa máspa quepe
Rapa tonpo cipo topo!
José Sebastián Tallón

Teatro infantil
El concepto de teatro infantil comprende al menos tres clases de obras: los textos escritos por niños y adolescentes; escritos para ellos, como una clase de lector modelo (según el concepto de Umberto Eco); o los que la tradición literaria ha considerado adecuados para ellos.

Hacer una obra de teatro significa muchas cosas; esfuerzo, preparación, dedicación y varias clases llevarán este proyecto, pero realmente los resultados bien valen la pena. Con la realización de una obra de teatro, se puede transmitir muchas cosas a los niños; buena comunicación, división de tareas, compañerismo, trabajo en clase, entre varias más. Así mismo, se estimula y motiva el desarrollo de varias habilidades, como la creatividad, las comunicaciones, el intelecto, etc.

Otra alternativa, es que el guión de la propia obra de teatro la realicen los mismos niños, claro que pueden estar acompañados por los padres y los profesores, para integrar a todos en el proyecto. De esta manera, aquellos temas que deseemos enseñar por medio de una obra de teatro y no tengan guión, será un mayor desafío que supone la realización de todo el proyecto por los propios alumnos.

Existen diferentes tipos de obras infantiles. Los cuentos clásicos, las obras musicales, las distintas danzas, son algunos de los estilos que ofrece el teatro infantil y seguramente los niños se sentirán más atraídos por una o por otra. El teatro hace que el niño ejercite su propio pensamiento al esforzarse para entender lo que quiere decir la obra.

Son muchos los autores teatrales conocidos por su teatro para adultos que han escrito igualmente teatro para niños. Entre ellos se encuentran: Jacinto Benavente (El príncipe que todo lo aprendió en los libros), Alejandro Casona (Retablo jovial, Pinocho y Blancaflor), Federico García Lorca (La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón), Lauro Olmo (quien escribió junto a su compañera, Pilar Enciso: La maquinita que no quería pitar, Asamblea general, El león engañado, El león enamorado y El raterillo), Alfonso Sastre (El circulito de tiza), Carlos Muñiz, José Luis Alonso de Santos (Besos para la Bella Durmiente), Jesús Campos García (Blancanieves y los 7 enanitos gigantes, La fiera corrupia), Ignacio del Moral (Los enredos del Gato con botas), Alberto Miralles (En busca de la Isla del Tesoro), Tomás Afán (Pim, pam, clown), Juan Luis Mira (Barriga), Carmen Conde ( Aladino, Belén, etc)etc.

Además, hay una serie de autores que se han dedicado plenamente a la producción literaria y teatral para niños, como Fernando Lalana (Se suspende la función), Fernando Almena (Los pieles rojas no quieren hacer el indio), o Montserrat del Amo (Zuecos y naranjas).

Origen de la literatura infantil
La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento del número de premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera. Esto se debe a la idea de que los niños no son, ni adultos en pequeño, ni adultos con minusvalía por lo que la necesidad de desarrollar una literatura dirigida y legible para dicho público se hace cada vez mayor.

La concepción de infancia o niñez, no emerge en las sociedades hasta la llegada de la Edad Moderna y no se generaliza hasta finales del siglo XIX.

En la Edad Media no existía una noción de la infancia como periodo diferenciado y necesitado de obras específicas, por lo que no existe tampoco, propiamente, una literatura infantil. Eso no significa que los menores no tuvieran experiencia literaria, sino que esta no se definía en términos diferenciados de la experiencia adulta.

Dado el acaparamiento del saber y la cultura por parte del clero y otros estamentos, las escasas obras leídas por el pueblo pretendían inculcar valores e impartir dogma, por lo que la figura del libro como vehículo didáctico está presente durante toda la Edad Media y parte del Renacimiento. Dentro de los libros leídos por los niños de dicha época podemos encontrar los bestiarios, abecedarios o silabarios. Se podrían incluir en estas obras algunas de corte clásico, como las fábulas de Esopo en las que, al existir animales personificados, eran orientadas hacia este público.

Llegado el siglo XVII, el panorama comienza a cambiar y son cada vez más las obras que versan sobre fantasía, siendo un fiel reflejo de los mitos, leyendas y cuentos, propios de la trasmisión oral, que ha ido recopilando el saber de la cultura popular mediante la narración de estas, por parte de las viejas generaciones a las generaciones infantiles.

Además de escribir estas obras o cuentos, donde destacan autores como Charles Perrault o Madame Leprince de Beaumont, destaca la figura del fabulista, como Félix María de Samaniego o Tomás de Iriarte. En esta época, además, ocurren dos acontecimientos trascendentes para la que hoy se conoce como Literatura Infantil, la publicación, por un lado, de Los viajes de Gulliver-Jonathan Swift- y, por otro, de Robinson Crusoe -Daniel Defoe-, claros ejemplos de lo que todavía hoy, son dos temas que reúne la LIJ: los relatos de aventuras y el adentrarse en mundos imaginados, inexplorados y diferentes.

Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento romántico, arriba el siglo de oro de la literatura infantil. Son muchos los autores que editan sus obras con una extraordinaria aceptación entre el público más joven. Son los cuentos (Hans Christian Andersen, Condesa de Ségur, Wilhelm y Jacob Grimm y Oscar Wilde en Europa, y Saturnino Calleja y Fernán Caballero en España) y las novelas como Alicia en el país de las maravillas -Lewis Carroll-, La isla del tesoro -Robert L. Stevenson-, El libro de la selva de Rudyard Kipling, Pinoccio -Carlo Collodi-, las escritas por Julio Verne o Las aventuras de Tom Sawyer entre otras, las que propiciaron un contexto novedoso para la instauración de un nuevo género literario destinado al lector más joven en el siglo XX, donde la ingente producción de LIJ coexiste con las obras del género adulto.

Son muchas las obras de renombre por citar de la LIJ, como es el caso de Peter Pan, El Principito, El viento en los sauces, Pippi Calzaslargas o la colección de relatos sobre la familia Mumin; en todas ellas destaca una nueva visión que ofrecer al pequeño lector, donde, además de abordar los temas clásicos como las aventuras o el descubrimiento de nuevos mundos, se tratan la superación de los miedos, la libertad, las aspiraciones, el mundo de los sueños y los deseos, como actos de rebeldía frente al mundo adulto.

Esta producción aumenta considerablemente en las décadas de los 70, 80 y 90, con autores como Roald Dahl (Charlie y la fábrica de chocolate), Gianni Rodari, Michael Ende, René Goscinny (El pequeño Nicolás), (Christine Nöstlinger, Laura Gallego García o Henriette Bichonnier entre otros. En este siglo XX, además, aparecen nuevos formatos de la LIJ gracias a las técnicas pictóricas y la ilustración de las historias, donde las palabras son acompañadas de imágenes que contextualizan la narración y aportando nexos de unión a la historia, es la aparición del libro-álbum o álbum ilustrado, género en el que destacan autores como Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado.

Ya, en el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy consolidada dentro de los países occidentales, donde las ventas son enormes y la producción literaria vastísima. Una fuente básica de información sobre el tema en España es la revista CLIJ, Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil.

Editoriales de literatura infantil y juvenil
·        Alfaguara
Colecciones: Alfaguara Infantil-Juvenil (de 6 a 16 años, en castellano, catalán, valenciano, vasco, gallego y lenguas extranjeras), Alfaguay (a partir de 10 años, en castellano), Historias de siempre (a partir de 9 años, en castellano), Cuentos en 5 minutos (a partir de 3 años, en castellano).
·        Kókinos
Colecciones: Kókinos (menores de 7 años y mayores de 20, en castellano y algunos en catalán).
·        S.M. - Fundación Santa María
Colecciones: El Barco de Vapor {a partir de 7, 9 y 12 años, en castellano, catalán, gallego y vasco}, Gran Angular {para público juvenil, en castellano, catalán y gallego}, Lecturas Pictográficas {a partir de 3 años, en castellano}, Cuentos de Ahora {a partir de 3 años, en castellano}, Catamarán {de 7 a 14 años, en castellano}, Los Ilustrados del Barco de Vapor, Mundo Maravilloso, Biblioteca Interactiva Mundo Maravilloso, Experimenta con..., ¿Qué sabemos sobre....?, Clásicos Universales.
·        Susaeta
Colecciones: Gloria Fuertes {a partir de 6 años, en castellano}, Adivinanzas y Chistes {a partir de 6 años, en castellano}, Preguntas y Respuestas {a partir de 8 años, en castellano}, Las Campanas, El Trío del Castillo, Pakto.
·        OQO
Colecciones: nanOQOs (“Navega caracol”), O (“Rapuncel”), Q (Mi primer viaje), FOQO (“Manta de estrellas”), Qontextos (“A la sombra de los anacardos”), OQart (“cuaderno de animalista”). Editados en varios idiomas: gallego, español, euskera, inglés, portugués, francés, italiano, polaco, portugués (Brasil).