Reflexión bloque 2
Me ha gustado este tema, ya que he aprendido muchas cosas
nuevas y he descubierto otras que no
sabía, como por ejemplo, que las fábulas no están pensadas para los niños, cosa
que yo siempre había pensado, porque los personajes son animalitos y mi abuela
me contaba siempre cosas de ese tipo.
Los cuentos folclóricos son algo necesario en nuestras vidas
y nosotros, como futuros maestros tenemos la necesidad y la suerte de hacer que
estos cuentos sigan pasando de generación en generación y no se pierdan nunca.
Hay que tener en cuenta, que los cuentos los debemos adaptar
a los niños en el aula según la edad si lo vemos necesario,( ya que algunos
cuentos folclóricos no son para los niños, sino más bien para adultos). Para
finalizar mi reflexión he creído oportuno poner un fragmento original del cuento
popular de Caperucita Roja escrito por Perrault:
“El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:
-Tira la aldaba y el cerrojo caerá.
Caperucita Roja tiró la aldaba y la puerta se abrió.
Viéndola entrar, el lobo le dijo, mientras se escondía en la cama bajo la
frazada:
-Deja la torta y el tarrito de mantequilla en la repisa y
ven a acostarte conmigo.
Caperucita Roja se desviste y se mete a la cama y quedó muy
asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir. Ella le dijo:
-Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!
-Es para abrazarte mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué piernas tan grandes tiene!
-Es para correr mejor, hija mía.
Abuela, ¡qué orejas tan grandes tiene!
-Es para oírte mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué ojos tan grandes tiene!
-Es para verte mejor, hija mía.
-Abuela, ¡qué dientes tan grandes tiene!
-¡Para comerte mejor!
Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre
Caperucita Roja y se la comió.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario